Y Llegué al Colegio de Sevilla,  con 12 años, para  quedar como pupila. Allí había amigas mías de mi pueblo: Marchena. Y también una religiosa de ese lugar que se llamaba Madre Desamparados.

Por eso, fuimos su hermana, y dos chicas más a estar internas en nuestro Colegio de Sevilla.

Me encantaron las Hnas. Se mostraban con unas características que siempre nos siguen distinguiendo: sencillas, cercanas, amables, comprensivas…. Tenía en la clase a Madre Sto. Arcángel. La admiraba tanto, que recortaba lo que ella me escribía en mi cuaderno. Luego me enfermé de tifus  y la enfermera, era la misma Hna. Me seducía su entrega. Quedaba embobada, con sus actitudes de cariño.  Nos castigaron por una travesura que hicimos en la siesta (tiempo de descanso después de comer). Y nos dejaron sin teatro en la feria de Sevilla, porque teníamos nuestra feria en el colegio.  Enseguida, pensaba en esta hermana tan querida para mí, cuando me metí en la cama. Y Dios quiso, que me viera, y vino, a mi cama… a preguntarme qué me había pasado... Es el día de hoy, que tengo grabado su rostro… ¡ Cómo atrae ese cariño que nunca se olvida.!!

 

Con esta enfermedad, del tifus, las cuentas (económicas) subieron mucho, y al finalizar el año, me sacaron del colegio con gran pena mía. Y con mis padres, fuimos a ver a otras congregaciones religiosas. A mí me surgía desde lo  más profundo: no, yo  quiero a mis Esclavas. Y mis padres me decían  vayamos a otra, si estas tampoco te gustan. Así, hasta que la tercera ya me dejaron, en contra de mi opinión, y estuve con ellas 2 años, pero siempre llevaba grabadas a las “mías”  como las llamaba. Así a los 15 salí sin que me quedara casi nada de lo vivido en esos 2 años. Y sí llevaba muy profundo, el solo año, en Jesús 18, nuestro Colegio actual.  La Virgen, el amor a Ella, en el mes de Mayo… ¡Nunca lo olvido! A pesar de mis añitos…

Siendo ya joven, de 19 años, en un viaje, me encontré con Madre Desamparados, la de mi pueblo, invitándome a vivir una experiencia inédita porque no había universitarias en Málaga. Ella me dijo que los costos serían muy pocos, podría ir a dormir y estar estudiando fuera. Ahí  mis padres accedieron, y como las llevaba tan profundamente dentro de mí, caí  rendida… a ser Esclava. A esos 19 años descubrí que me llenaba su “estilo”, su vida… etc... etc... Y lo que vivía, por más presumida que era, y por más amigos, enamorados, etc... etc... todo lo que suele tener una chica a esa edad, no llenaba lo profundo de mi corazón. Y mirando el mar, me llenaba su dimensión holística… y me fui a comentárselo a esta bendita monjita  Madre Desamparados… Y así, acompañada por ella fuimos madurándolo  durante los dos años siguientes lanzándome a la aventura de ser toda del Amor, que te inunda sin saber  los límites. El te lleva por caminos maravillosos, que te llenan el alma, el corazón  y hasta las últimas entrañas de tu ser. Queriendo cada día , ser más suya… fundiéndonos en un solo latir, y un solo corazón. Si mil veces naciera, seguiría siendo esclava de su Amor, al estilo de Celia y Marcelo.

Lola Serrano. Asunción Paraguay.

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